Por qué y cuándo ir al hospital: consejos para embarazadas

Estar enfermo siempre es desagradable. Qué decir de una futura mamá preocupada no sólo por sí misma, ¡sino también por el bebé que lleva en la barriga! La ansiedad se apodera de ti, no des tregua a las interminables preguntas. ¿Qué harán conmigo en el hospital? ¿Los medicamentos no dañarán al pequeño? ¿Cuánto tiempo estaré allí? ¿Por qué me ha pasado esto? La sola palabra "patología" puede provocar depresión tanto en la futura mamá como en el futuro papá.

¿Por qué y para qué?

A menudo, la conservación se envía al médico de la clínica prenatal después de que la madre haya superado otro examen en una cita rutinaria. Hay muchas razones para ello: desde una hemoglobina baja hasta un edema extenso.

Sin embargo, hay otra situación, cuando la mujer acude a la maternidad por sí misma o en ambulancia, ya que se requiere asistencia médica urgente (dolor intenso, hemorragia).

Las indicaciones más frecuentes son las siguientes:

Toxicosis precoz y tardía: Cualquier toxicosis, acompañada de vómitos intensos y pérdida brusca de peso de la embarazada, provoca la deshidratación del organismo y la carencia de nutrientes. Como consecuencia, el feto puede desarrollar hipoxia.

Reducción del nivel de hemoglobina: Si los complejos vitamínicos y el consumo de alimentos ricos en hierro no han dado lugar a una mejora de la composición sanguínea de la futura madre, el médico está obligado a enviarla a tratamiento hospitalario.

Dolor en la parte baja de la espalda y el abdomen: Estos síntomas suelen indicar un posible aborto espontáneo y, al final del embarazo, un parto prematuro. Mantente alerta.

Aumento del tono uterino: A veces el tono se observa durante los nueve meses y no afecta al curso del embarazo. Pero suele ser la causa de muchos problemas. Es mejor reasegurarse y descansar un tiempo en el hospital.

Enfermedades crónicas: Si una mujer padece enfermedades graves, como pielonefritis, cistitis, palpitaciones del corazón, sin duda es necesaria la hospitalización.

En caso de enfermedades infecciosas agudas, también se envía a la futura madre al hospital para una terapia de conservación.

Y esto no es todo indicaciones para ir a tratamiento. De hecho, cualquier desviación fuerte en los análisis es motivo de derivación para su conservación. Por lo tanto, acude inmediatamente al hospital.

No sólo tratamiento

Tras el registro en el servicio de ginecología o de patología, la embarazada es examinada por un médico y enviada a hacerse análisis. De hecho, la conservación implica la hospitalización para un examen y un tratamiento más detallados. Al mismo tiempo, la conservación proporciona a la mujer, por banal que suene, reposo en cama.

A menudo, muchos problemas en el embarazo se deben a que la futura madre no sabe o no tiene la oportunidad de descansar. De ahí el tono, los picos de presión, la fatiga, la falta de sueño.... Llevar al bebé con ese ritmo de vida es a veces difícil. Basta con ralentizar el frenético ritmo de vida durante unos días para que todo mejore: mejoran los análisis, sube el estado de ánimo.

Otra ventaja de la hospitalización es la posibilidad de evadirse de la vida cotidiana, donde no siempre reina la prosperidad. Peleas con el marido, un hijo mayor activo, muchas responsabilidades en casa .... El cuerpo está agotado y se rinde: debe sobrevivir de alguna manera, ¡qué decir del hombrecito que lleva dentro!

En el hospital, el sistema habitual de coordenadas cambia, y la madre lo comprende: todos sus problemas no son nada comparados con la necesidad de preservar la vida del bebé. Es necesario cambiar y concentrarse en el bebé. Su salud y la tuya están ahora por encima de todo.