Diabetes mellitus gestacional en el embarazo: reto y solución

El embarazo es un periodo especial en la vida de una mujer, que requiere una atención especial a su salud. Si se enfrenta al diagnóstico de diabetes mellitus gestacional durante el embarazo, no se asuste. Este material le ayudará a comprender la naturaleza del problema, sus consecuencias y cómo afrontarlo.

Dos caras de la misma enfermedad

La diabetes mellitus es una enfermedad en la que falta insulina en el organismo, una hormona necesaria para la correcta utilización de la glucosa en las células. Puede aparecer por diversos motivos, pero la predisposición genética desempeña un papel importante. La diabetes mellitus gestacional (DMG) aparece en algunas mujeres durante el embarazo.

Mecanismo de desarrollo de la DMG

A partir de la semana 20 de embarazo, los niveles de determinadas hormonas, como el lactógeno placentario, los estrógenos, la progesterona y los corticosteroides, empiezan a aumentar en el organismo de la mujer. Estas hormonas, en particular, pueden bloquear la acción de la insulina. El páncreas de la futura madre tiene que compensarlo produciendo más insulina, a veces el doble o el triple de la cantidad normal. Si las células beta del páncreas no pueden hacer frente al aumento de la carga, aparece la diabetes mellitus gestacional. Se trata de un trastorno transitorio, pero requiere una estrecha vigilancia y cuidados.

Detección de la DMG

La diabetes mellitus gestacional puede desarrollarse sin síntomas evidentes, por lo que es importante realizar controles médicos periódicos. Un análisis de sangre inicial para medir los niveles de glucosa en un dedo o en una vena puede dar las primeras pistas. Unas lecturas de 4,8 a 6,0 mmol/l (en el dedo) o de 5,3 a 6,9 mmol/l (en una vena) pueden ser motivo de preocupación.

Prevención y tratamiento

En las primeras fases, la DMG puede controlarse y gestionarse mediante la dieta. Si las lecturas de azúcar en sangre están dentro de los límites normales, puede bastar con una dieta excepcional. Controle sus niveles de azúcar y siga las recomendaciones de su médico.

Consecuencias para la madre y el bebé

Si no se controla la DMG pueden surgir complicaciones para la madre y el bebé. La madre puede sufrir problemas como hipertensión, trastornos cardiovasculares y otras complicaciones. El bebé, por su parte, puede sufrir problemas de salud como trastornos respiratorios, neurológicos y cardiovasculares.

Necesidad de atención y cuidados

La diabetes gestacional puede ser un reto, pero con una gestión adecuada y el apoyo de los médicos, sus efectos pueden minimizarse. Es importante vigilar su salud, seguir las recomendaciones de los médicos y controlar los niveles de azúcar en sangre. No tengas miedo de buscar ayuda, y tu viaje a través de la diabetes gestacional será más fácil y seguro para ti y tu bebé.