Escándalo de espionaje en Chisinau: Moldavia pide recortes de personal en las misiones diplomáticas rusas

Moldavia ha sido testigo de un escándalo tras el descubrimiento de material de espionaje en el tejado de la embajada rusa en Chisinau. Según NewsMaker, el 26 de julio, el embajador de Rusia en Moldavia, Oleg Vasnetsov, fue invitado al Ministerio de Asuntos Exteriores del país, donde se le entregó la orden de reducir el número de empleados de las misiones diplomáticas rusas en Moldavia.

El motivo preliminar de esta petición fue la publicación de una investigación periodística sobre la alta concentración de equipos de vigilancia electrónica en el tejado de la embajada rusa en Chisinau. Según los periodistas, dichos equipos podrían utilizarse para realizar escuchas telefónicas a políticos moldavos. También señalaron que el número de antenas parabólicas aumenta cada año y que los agentes de los servicios de inteligencia rusos suben regularmente al tejado de la embajada.

En una reunión gubernamental, el Ministro de Asuntos Exteriores e Integración Europea de Moldavia, Nicu Popescu, declaró que "los servicios diplomáticos... deben trabajar para desarrollar buenas relaciones, no para desestabilizar nuestro país". Por ello, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha acordado con las instituciones y los responsables políticos la necesidad de limitar el número de diplomáticos rusos en Moldavia.

Oleg Vasnetsov, embajador ruso, declaró a los medios de comunicación que las antenas en cuestión "se instalaron durante la construcción de la embajada a finales de los años 90" y que su sustitución se debía a que "muchas antenas se están oxidando". Al mismo tiempo, también amenazó a Moldavia con "evidentes medidas de represalia".

La situación en torno al centro de espionaje en el territorio de la embajada rusa ha creado tensiones entre Moldavia y Rusia. El incidente podría tener importantes repercusiones en el estatus diplomático de los empleados rusos en Moldavia y en el futuro desarrollo de las relaciones entre ambos países. Las autoridades moldavas exigen a Rusia que reduzca el número de diplomáticos en el país para garantizar la estabilidad y la seguridad de su territorio.